Y… ¿qué le hizo el viento a Juárez?

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Seguramente has escuchado a alguien decir la curiosa frase: "me hizo lo que el viento a Juárez". Como mexicanos, parece que a todos nos queda clara la alusión al famoso expresidente Benito Juárez ¡es algo que adivinamos apenas lo oímos!

Por otra parte, de su significado comprendemos que alguien salió victorioso de alguna adversidad debido a su firmeza. Es decir, que el viento no le hizo nada. Pero ¿de dónde viene esta frase? ¿Qué anécdota guarda detrás? Bueno, su origen no está del todo confirmado, pero hay varias teorías al respecto. ¡Quédate para conocerlas todas!

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Sobre Juárez y su extraña relación con los vientos

La primera versión alude al mural del pintor González Orozco ubicado en el Castillo de Chapultepec, titulado “Juárez, Símbolo de la República contra la Intervención Francesa”. En él, podemos ver la figura del Benemérito de las Américas imperturbable, sosteniendo la bandera de México mientras ésta ondea con el viento ¡pero él ni siquiera se despeina! Esta imagen llena de fuerza, da mucho sentido al dicho popular mexicano ¿no crees?

La segunda versión, por su parte, tiene que ver con el monumento a Benito Juárez construido sobre la explanada del Cerro de las campanas, en Querétaro. Resulta gracioso, pues este sitio a menudo se ve impactado por fuertes vientos, que parecen alterar todo a su alrededor… excepto a la estatua del expresidente, que permanece intacta en su lugar.

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Juárez, Símbolo de la República contra la Intervención Francesa

Y esto es de verdad irónico, si creemos en la tercera versión, la más completa y hermosa de todas. Verás, el escritor y periodista Fernando Benítez publicó su libro Un indio zapoteco llamado Benito Juárez (1998), en el que narra la vida del expresidente más allá de la parte académica e institucional que conocemos. En cambio, entre sus anécdotas más humanas, encontramos una vivencia de infancia bastante bonita que podría explicar el origen del dicho.

Resulta que, en una ocasión, Benito y sus compañeros fueron a jugar cerca de un pequeño cuerpo de agua. Los niños se subieron en una canoa deseosos de pescar; sin embargo, ya embarcados, vino un fuerte ventarrón que los asustó al ver cómo se mecía el barquito. Todos salieron nadando a la orilla, a excepción del pequeño Juárez… que permaneció fuerte e imperturbable, hasta finalizar su labor.

Según el autor, a la mañana siguiente Benito reapareció en el pueblo como si nada, y fue a partir de entonces que la frase surgió. Esto nos dice mucho acerca de su temple ¿no crees?

¿Conocías esta historia? ¿Sueles usar esta expresión a menudo? ¿Te sabes otro posible origen? ¡No dudes en contarnos en la sección de comentarios! Te estaremos leyendo.

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